viernes, 24 de agosto de 2007

¡A veces todo es tan normal!

Hoy vuelvo a las andadas y voy a dedicar el post a mi canción favorita. Tengo muchas canciones favoritas y me gusta casi toda la música, casi todos los estilos –como podréis comprobar por las canciones de cada post-. Y digo casi, porque puedo escuchar el pop británico más británico, heavy, reggae, música clásica, rock clásico, trance, hache i pe hache o pe…. pero que no se cruce en mi camino eso que llaman reguetón ni nada que se le parezca. Uff, hasta escribirlo me asquea.

No recuerdo muy bien cuando descubrí esta canción, pero sí recuerdo cuando no dejaba de escucharla ni de tararearla ni de escribir la letra en las mesas del instituto. Fue hace cuatro añitos ya, en segundo de bachillerato. Cuando a los profesores les entraba el agobio por la falta de tiempo y nos lo transmitían a los alumnos, que enloquecíamos. Pero bueno, aquello acabó y acabó bien, que es lo más importante.

Y hoy, siempre siempre siempre que escucho esta canción o que la recuerdo, me acuerdo de cuando bajaba las escaleras de mi casa a toda velocidad por la mañana y subía hacia el instituto para dar unas clasecitas extra de química/química orgánica para recuperar el temario que no dio tiempo a explicar en clase y no ir a selectividad con una mano delante y otra detrás en lo que a conocimientos se refiere. Y recíprocamente, cuando bajo por las escaleras de casa la tarareo. Tengo ese saxo clavado en lo más profundo de mi cerebro; misterios de la mente.

Bueno, pues aquí está la canción en cuestión. Disfrútenla.

Extremoduro - Buscando una luna.

No hay comentarios: