canciones & yo

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Ya he escrito alguna que otra vez acerca de la extraña relación que mantengo con las canciones. Es decir, cuando descubro una canción y la empiezo a escuchar. No suelo comprar discos, y cuando cae uno en mis manos no suelo escucharlo todo seguido más que una vez. Obtengo las canciones generalmente de una en una y por otros medios. Supongo que eso también influye. Bueno, al lío, que ya estoy divagando. Resulta que cuando empiezo a escuchar una canción -y me gusta-, generalmente la escucho muchísimas veces durante muy poco tiempo. Y cuando no la estoy escuchando la mantengo en mi mente, garabateo su letra allá donde me pille o la tarareo sin apenas darme cuenta.

Últimamente -desde que salió- escucho mucho las canciones sueltas del último disco de Marea -como habréis podido comprobar los que ¿leáis? este blog-. El otro día escribí precisamente acerca de una de sus últimas canciones -para mí la mejor del presente año-. Y ahora he descubierto otra del mismo grupo y del mismo disco, aunque con una ligera variación en cuanto al estilo, digamos, más aflamencada.

Pero que me gusta tanto como cualquiera de las otras.

"mi casa está donde estás tú
los mismos ojos, la misma luz
mi casa está donde estás tú
los mismos clavos, la misma cruz
los mismos clavos, el mismo ataúd."

Pues bien, ésta es:

Marea - Los mismos clavos.