Sueños.

- ¿Cómo has dormido?

- No lo sé. He tenido dos sueños.

- Ahora tienes tiempo para soñar. ¿Algo interesante?

- Siempre son interesantes para quien sueña.

- Tom…, puedes contármelo.

- Está bien. En los dos aparecía mi padre. Fue una sensación rara. Soy más viejo que él hace veinte años, así que…, él se ve más joven que yo. El primero no lo recuerdo muy bien, pero, nos encontrábamos en el pueblo y él me daba dinero, creo que lo perdí. El segundo, era como si volviéramos atrás en el tiempo. Estaba atravesando las montañas de noche y cruzando aquel terrible desfiladero. Hacía frío y había nieve alrededor. Él me adelantaba y seguía adelante sin decirme ni siquiera una palabra al pasar. Iba, iba envuelto en su manta con la cabeza gacha. Al pasarme podía ver que llevaba un fuego dentro de un cuerno como se hacía antes y veía el cuerno porque la llama que llevaba dentro lo iluminaba. En el sueño yo sabía que él iba a seguir y a encender una hoguera en medio de aquella oscuridad y aquel frío. Sabía que cuando yo llegara él estaría allí… Y me desperté.

"No es país para viejos" (2007)