miércoles, 14 de octubre de 2009

"Que es el canto con el que despierta el Sol"


- "El hombre se acostumbra a todo."

- ¿Sabes que estás a esto -chasqueó sus dedos mirándome fijamente a los ojos- de quedarte sólo? Completamente sólo; y ya sabes lo que eso significaría, teniendo en cuenta tus condiciones actuales. Si -alcancé a murmurar, siguiendo con la mirada el trayecto de sus dedos desde el aire; donde los chasqueó, hasta la mesa, donde apoyó la mano junto a la taza de café; ahora vacía-.

- No recuerdo cuando fue la última vez que pude contemplar un espectáculo como aquel. Pero el jueves pasado lo vi de nuevo sobre el cielo de Madrid. Las aves migrando hacia el sur. Turnándose las más viejas en los extremos de la perfecta formación en uve, sobre el cielo de un largo y oscuro atardecer de octubre; sobre los pinos de la ribera; sobre un cielo a punto de reventar. Fue lo mejor del día. Apenas cuarenta segundos de una necesaria y absoluta calma.


- "...y cuando me araña las tripas, la zarza de pena que escondo, me mezco un ratito en el ancla que lastra mi vida y que no llega al fondo..."

- Volví a soñar con esa neblina. Soñé que entraba de nuevo en aquel bosque, entre los árboles, entre la capa de densa neblina que ocultaba a la vista los secretos del bosque. Pero no la sentí fría ni húmeda como las otras veces; no, ésta vez fue un agradable abrazo. Como un cálido abrazo que me enviase alguien que está muy muy lejos. Y traté de devolvérselo abrazándo la nieblina. Espero que quienquiera que me lo enviase; recibiese el mío.

- ¿Dónde estás? ¿Dónde estás? ¿Dónde estarás?

- Un día escuchas lo que es verdad, y al día siguiente escuchas lo que es mentira. Que a veces coincide exactamente con lo que era considerado verdad el día anterior y te encuentras confundido y desconfiado ante todo. Pero el tercer día todo cambia de nuevo; la verdad por mentira y lo falso por lo cierto y en vez de aclararte, te confundes más.

- [...]


"Es un abrazo de navajas que sangra rosales
un lecho de paja y cristales
pozales de hiel, bebidos a sorbos
y echaos a perder
es una brisa de Octubre que tira paredes,
la ubre en que duermo y que quiere
al pétalo enfermo que canta al toser.
"



Marea - La hora de las moscas.

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