martes, 18 de septiembre de 2007

PLAY



Justo cuando empezó a escuchar aquella canción, una sonrisa se perfiló tímida, pero visible en su rostro hasta entonces apenado y abatido. Tardó pocos segundos en comenzar a reír de una manera totalmente despreocupada, casi infantil. Sin ningún tipo de vergüenza, a carcajada limpia, a punto de desencajársele la mandíbula. Cantando entre carcajadas aquella letra nunca olvidada. Desapareció toda preocupación de su mente, y todo su ser fue invadido por una sensación de bienestar que creía haber olvidado, era totalmente feliz y despreocupado.


Y al menos durante esos cuatro minutos y pico se sintió LIBRE, como hacía mucho que no se sentía. Se enjugó las lágrimas más felices que había llorado desde hacía mucho tiempo y volvió a pulsar el PLAY.


”Si entre los dedos se me escapa volando una flor
y yo la dejo que me marque el camino.”



Extremoduro – La vereda de la puerta de atrás.

No hay comentarios: