jueves, 30 de octubre de 2008

De postal.


- Éramos cuatro. Un estudiante en horas bajas, un mendigo que rebuscaba entre las novelas cortas, un anciano bajito, trajeado y con bastón que revisaba clásicos españoles e ingleses, y una mujer de entre treinta y cinco y cuarenta años, alta, con gafas de diseño , delgada y guapa, muy guapa, que cantaba en perfecto inglés una canción de coldplay que sonaba en el hilo musical de los grandes almacenes y que fui incapaz de reconocer -será del nuevo disco, supuse-. Los cuatro buscábamos algo. Algún libro, página, párrafo, frase, palabra o letra, simple letra que nos ayudase a comprender algo, a olvidar o a recordar algo o a alguien o simplemente para alejarnos de allí; de aquí, de nuestro aquí.

- Ocurrió el lunes hacia las siete y media de la tarde, no se porqué no escribí sobre ello en el anterior post. Lo había olvidado completamente.

- Últimamente me cuesta mucho pedir favores. Doy por hecho que todos los demás los necesitan más que yo y me parece casi un robo solicitar ayuda.

- Veremos en que desemboca todo esto. Sea lo que sea, le sacaremos provecho, al menos aprendiendo de ello. De la victoria o de la derrota.

- [...]


"I hear Jerusalem bells are ringing
Roman Cavalry choirs are singing
Be my mirror my sword and shield
My missionaries in a foreign field
For some reason I can not explain
Once you know there was never, never an honest word
That was when I ruled the world"


1 comentario:

Anónimo dijo...

estoy missing, lo se...pero volveré!

como me gusta esa canción...buffff!!!!